La Crónica

Torbellino blanco. Apisonadora roedora. Huracán ratero. Anoche, como apuntó Fon, las Urracas pusieron al brasileño, pero las ratas pusieron la samba. Sí amigos, como adivinarán a estas alturas de la crónica, las Ratas Blancas volvieron a ganar, esta vez por un claro, contundente y si me apuras humillante 12-3.
Esta vez teníamos la lección bien aprendida: había que neutralizar a Fernandao, que ayer volvía a los terrenos de juego. Aún así, los primeros minutos fueron desconcertantes, la balanza no se decantaba por ninguno, había igualdad, ocasiones, alternativas. Eso provocó que el marcador registrase un 6-3 que daba esperanzas a las urracas y que sembraba dudas en las ratas. Pero nada más lejos de la realidad. Las Ratas, sin piedad ninguna, empezaron a desplumar a las urracas. Jogo bonito, toque toque toque, paredes, velocidad, juego directo, contras mortales. Hubo de todo, y practicamente todo acabó en gol. Anoche la pegada ratera fue letal y decidió el partido. Nuestro acierto de cara a portería contrastaba con la escasa fortuna urraca, que estrellaron 3 o 4 balones en los palos. Claro, que para palo, el balón que nuestro gitano estrelló en la cruceta desde el centro del campo. Vamos, que a palos también os ganamos.
Así transcurrió el partido: ataques rateros y defender atrás alguna que otra acometida urraca. Que se lo digan a Rafa, protagonista de la polémica de la jornada, que agarró a Fernandao cuándo éste se iba sólo. "Bueno, pues un agarrón y ya está" pensarán. No, no fue un agarrón. Digamos que, durante 6 segundos, Fernandao y Rafa fueron una misma persona.
Pero que este detalle no enturbie la gran victoria ratera, y la gran actuación de todos sus integrantes, entre lo que debutaba Salva, en detrimento de Luis.
La holgura en el marcador dio lugar a experimentos y pruebas rateras: el rata jugando por la banda, el rata intentando hacer el escorpión, el rata intentando regatear al púa...

Goleadores:
Rafa: 4
Rata: 3
Kiri: 3
Salva: 2

Desde hoy he decidido crear una nueva sección en la crónica, que es:

Y el gol de la jornada fue el tercero de Kiri, ese hábil zurdo de calidad indiscutible y siempre discutido como Guti. Contragolpe fulminante, Kiri se queda sólo delante del portero Beni Prats. El balón va botando. Entonces, cualquiera le hubiera pegado a romper, pero un servidor, en su intento de hacer arte de este deporte, toca la bola sutilmente ejecutando una preciosa y ajustadísma vaselina ante el adelantado portero que arrancó los aplusos de Bami. Enorme.

Así queda el pichichi:
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KIRI: 54
RAFA: 49
RATA: 46
FON: 25
LUIS: 6

Comentar que el rata se ha aprendido esta clasificación de memoria, y cada vez que mete gol, se le puede ver contando mentalmente los goles que le quedan para lograr el pichichi...
Por ser justos, también comentaré que la gorda estuvo enorme ayer bajo los palos, haciendo verdaderos paradones y evitando así una posible reacción urraca. La rata anoche fue un gato, sobrealimentado, pero gato.