El partido empezó con un tempranero gol de las Urracas. Sólo era un espejismo, ya que las ratas, lideradas por un gitano en alza, y un fon efectivo en la pegada, remontaron rápidamente y sin ninguna dificultad, lo que sirvió para disfrazar mi escasa fortuna de cara al gol (dos disparos a los palos), que resolví en el último minuto con el gol que cerró el partido: el 8-2. No hubo más historia, las urracas no causaron ocasiones claras de gol, y el portero no tuvo apenas que emplearse a lo largo del partido. En ataque, estuvimos efectivos, y los goles iban cayendo uno detrás de otro.
Como anécdota, destacar la tremenda patada que le dí al suelo al intentar pegarle a puerta. Tras tratar de disimular durante unos segundos, tuve que admitir lo que había pasado, ya que algunas risas se oyeron en la cancha y alguna que otra mirada cómplice. A destacar también, la vuelta a los terrenos de Juanmi, aún falto de forma y con el punto de mira desviado (Juanmi, no leas ésto). Bienvenido de nuevo a ésta tu casa futbolera!
En definitiva, un rondo para las Ratas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Buah, fue un partido descafeinado... ;-)
Publicar un comentario